lunes, junio 02, 2008

Día 305, lunes

Ya llega el invierno. Uno se da cuenta de ello días como hoy. El cielo nublado, el frío y sin nada qué hacer. Pareciera como si, poco a poco, nos acercáramos a una nueva decepción. El otro día, por ejemplo, salí del bar donde trabajo, en Barranco. Eran recién las 3 y pico de la madrugada y todo el mundo estaba en franca retirada. Las camionetas de la policía alumbraban con sus luces rojas, parpadeantes. "Todos los sábados es lo mismo", me dije a mí mismo. Siempre sueño que como alguna de ésas butifarras que sirvo a cada rato en las mesas del bar, con salsa criolla y ají. Al amanecer, mi viejo me despertó para regalarme un sandwich. Yo me comí la mitad pensando que era una de esas butifarras que sirvo en el bar. No me comí lo que quedaba porque en fin. Al despertar me di cuenta que era un pan con pavo de Macario. Y encima sin salsa. ¡Qué estafa!